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Motivación para entrenar

Hola fieras, en este artículo hablaré de algunas técnicas para conseguir motivación para entrenar. Es el segundo artículo de la Guía de entrenamiento en el gimnasio.

¡Vamos al lío!

La motivación para entrenar

Un día estás super motivado y otro cero motivado, incluso un día puede que estés motivado por la mañana. Sin embargo, por la tarde estás de bajón.

Escuchas una canción que te encanta, que ha salido hace poco y de la que no conoces ni su título y te vienes arriba. Te entran ganas de entrenar, de reventar las máquinas del gimnasio, de tirarte 2 horas levantando kilos y cascarte 1 hora de cardio para terminar.

Mucha gente también consigue motivarse comprándose camisetas para gym o guantes de dominadas y deseándo estrenarlos. Aunque no te recomiendo que utilices solo la técnica de comprarte cosas para motivarte con algo porque no es la más eficaz.

Si algo conocemos de la motivación es que llega cuando llega, que viene de vez en cuando. Pero es un error el hecho de esperar a que venga. Hay que trabajarla, conseguir despertarla y retenerla.

Muchos deportistas de élite están motivados siempre. ¿Por qué? ¿Cómo lo hacen? No se pueden permitir el lujo de estar motivados solo la mitad de los días del año.

Si bien es cierto que la motivación se lleva dentro y nunca estarás motivado para hacer algo que no te apasiones. La motivación es algo que debes despertar.

Hay muchas formas de conseguir motivarse. Seguramente haya una diferente por deportista, cada persona es distinta. A cada un uno le estimulan cosas diferentes y tiene mayor o menor facilidad que otros para conseguir motivarse.

Sin embargo, existen varias prácticas que pueden ayudar a despertar esa motivación que llevas dentro.

¿Cómo despertar la motivación para entrenar?

Rodearte de gente motivada

Seguramente este sea uno de los puntos que más puedan influir en tí para mantener la motivación. Dicen que somos la media de las personas que nos rodean.

Si nos relacionamos y entrenamos con gente que comparte lo que hacemos y también comparte nuestras ganas, pasión y sacrificio, siempre estarás motivado.

Cada día alguno encontrará la excusa para motivar a los demás. Todos nos comprometemos más trabajando en equipo. Además, la competencia que pueda haber también influirá positivamente en la motivación de todos, siempre que sea un pique "sano".

Hacer lo que te gusta

No conseguirás mantener la motivación en un deporte o con unos objetivos que no te gustan o que no valoras.

Sé sincero contigo mismo y trabaja por unos objetivos que te encanten y en los que sueñes con alcanzar. Sacrifícate por objetivos que te gusten y que te entretengan.

Por ejemplo, si tu objetivo es hacer 20 minutos de cardio metabólico todos los días y a tí te encanta correr, hazlos corriendo. No tienes porqué hacerlos en la tan de moda máquina elíptica porque hayas leído que en ella quemas más calorías.

Haciendo algo que te gusta, te aseguras cumplir el objetivo, antes o después acabarás alcanzándolo. Sin embargo, si no te gusta lo que haces, acabarás encontrando excusas para dejar de hacerlo.

Entrenar en un sitio ideal

Con entrenar en un sitio ideal no me refiero a que si quieres ganar músculo tengas que apuntarte al gimnasio con la sala de musculación más grande del país y con las últimas máquinas del mercado, pero no vayas a un centro de Yoga.

Igualmente, si tu objetivo es prepararte una maratón, no lo hagas en la cinta del gimnasio, acabarás aburriéndote.

El entorno en el que entrenas, al igual que las personas, va a influir en tu motivación para entrenar y en nuestro estímulo diario.

Objetivos corto, medio y largo plazo

Normalmente quieres conseguir lo que te propones y hacerlo rápido, y no te das cuenta de que estás cometiendo dos grandes errores. El primero es que el objetivo muchas veces es demasiado optimista para conseguirlo en poco tiempo.

Ningun objetivo es imposible pero debes dividirlo en pequeños objetivos a medio y corto plazo que podrás ir logrando en poco tiempo. El segundo error viene relacionado con el primero, te has propuesto un objetivo que puedes conseguir despues de mucho trabajo y esperas conseguirlo pronto. Como no lo consigues te desmotivas.

Por lo tanto, debes tener un objetivo a largo plazo, varios a medio y muchos a corto plazo (ordenados uno detrás de otro). De esta forma trabajarás con objetivos cercanos en el tiempo, conseguirás resultados frecuentemente y esto te motivará para conseguir los siguientes.

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